e mërkurë, 6 qershor 2007

Adoradores ...


Nuestro Dios Busca ...

Adoradores que le Busquen, en Espíritu y en Verdad !

Jn 5: 35 El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. 2 Ped 1: 19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. ¿Cómo abandonar la bebida y la drogadicción? (Ro 13.13, 14) En cualquiera de estos dos casos una persona debe reflexionar sobre la conducta a seguir. No creo en el abandono paulatino de los cigarrillos, los narcóticos o el alcohol. Con estas cosas hay que romper de forma total. Ello significa que debes romper con todo lo que pueda tentarte (Ro 13.13, 14) 13Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. En mi caso, cuando encontré a Jesús, derramé una botella de licor de gran precio, para sorpresa de mi esposa, la cual todavía no había tomado la misma decisión. Ese momento fue decisivo para mí: no bebería más. Pienso que este es el caso de cualquier hábito que una persona considere pecaminoso. Ella o él deben decir: «Pues bien, esta fue la última vez. Se acabó». Y de ese momento en adelante, pídele a Dios que te ayude. Debes confesar que has estado haciendo algo que consideras perjudicial, y que has estado profanando el templo de Dios (1 Co 6.19, 20) 19¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. Debes decirle a Dios que deseas y necesitas su perdón y salvación. Debes renunciar a tu hábito y expulsar de tu cuerpo el espíritu del alcohol, los narcóticos o la nicotina. Ordénale que salga y decide que, con la ayuda de Dios, nunca más fumarás un cigarrillo, usarás la marihuana o recaerás en cualquiera de los malos hábitos que has abandonado. Después de eso, no te reúnas con aquellos que te indujeron a adquirir esos vicios, ni con quienes puedan intentar hacerte volver atrás. Quizás sea difícil, pero es necesario. En su lugar, debes buscar nuevas amistades, preferiblemente cristianas, que hayan abandonado esos mismos hábitos y puedan apoyar tu decisión en esos difíciles momentos. Toma alrededor de treinta días adquirir un nuevo hábito. Pasará aproximadamente el mismo lapso de tiempo antes que el cuerpo quede libre de venenos o sustancias químicas que provocan dependencia. Mantente lleno del Espíritu Santo. Reemplaza aquello que te ha esclavizado con la nueva experiencia de la plenitud del Espíritu (Ef 5.18). 18No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Colosenses ( 3.15-17) 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Por causa del Salvador Romanos : (13.11–14)En estos versículos llegamos al pináculo de los motivos: del temor a la conciencia, , a la consagración a Cristo: «Nuestra salvación» está más cerca, en el sentido de que está más cerca que nunca antes la venida de Cristo por su Iglesia. Por «salvación» Pablo quiere decir la bendición total que tendremos cuando Cristo venga, incluyendo nuevos cuerpos y un nuevo hogar.Los cristianos pertenecen a la luz, no a las tinieblas. Deben estar despiertos y alertas, comportándose como los que han visto la luz del evangelio (2 Co 4.1-18)1Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios. 3Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. 6Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo Viviendo por la fe 7Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.13Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.16Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.Todavía más, ¡ningún creyente quiere ser hallado en pecado cuando Cristo vuelva! «El día se acerca» (Véase Heb 10.25ss.) 24Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca Advertencia al que peca deliberadamente 26Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, 27sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. 28El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. 29¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? 30Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. 31¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!32Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos; 33por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante. 34Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos. 35No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 36porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.37Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.38Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.Pablo hace aquí una lista de pecados que nunca deberían nombrarse entre los santos. Nótese que la embriaguez y la inmoralidad con frecuencia van juntos, y resultan en peleas y división. ¡Cuántos hogares se han destrozado debido al licor! El versículo 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. nos da la doble responsabilidad del creyente: positivamente, «vestirse del Señor Jesucristo», o sea, hacer de Cristo el Señor de su vida diaria; negativamente, «no proveer para los deseos de la carne», esto es, evitar a conciencia lo que lo tienta al pecado.Es incorrecto que los cristianos «planeen el pecado». Vance Havner dijo que cuando David dejó el campo de batalla y regresó a Jerusalén, «estaba haciendo arreglos para pecar». A la luz de la venida de Cristo que se acerca, es nuestra responsabilidad tener vidas sobrias, espirituales y limpias.Los últimos días serán de impiedad (véanse 2 Ti 3 –17) 1También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. 8Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. 9Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos.10Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. y (1 Jn 3.4). 4Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. 5Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 6Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 8El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.Será cada vez más difícil para los cristianos consagrados mantener su testimonio. Los gobiernos rechazarán cada vez más a la Biblia y a Cristo, hasta que el postrer hombre de pecado convierta al mundo en un gran sistema satánico que se oponga a la verdad. 3.12Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 4.5Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. «¿No puedo usar mi cuerpo como me plazca?» (vv. 15–20). ¡Por supuesto que no! Para empezar, ya no es más su cuerpo; le pertenece a Cristo. Él lo compró con su propia sangre. En días de Pablo un esclavo podía conseguir la libertad ahorrando dinero y depositándolo en el templo local pagano al sacerdote. Cuando tenía suficiente dinero para comprar su libertad, llevaba a su amo al templo y el sacerdote le daba el dinero al amo y declaraba que el esclavo le pertenecía ahora al dios particular de ese templo. Cristo pagó el precio para libertarnos del pecado y debemos usar nuestros cuerpos para agradarle a Él. Es más, cuando pecamos contra el cuerpo, pecamos contra Cristo y contra el Espíritu Santo que ha hecho del cuerpo su templo. Génesis 2.2424Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. afirma que dos personas que se unen físicamente llegan a ser «una sola carne». ¿Cómo puede un cristiano unir su cuerpo, que es un miembro del cuerpo de Cristo, en tan horrible pecado? ¿Cómo puede ensuciar el templo del Espíritu?Los cristianos han de glorificar a Dios con sus cuerpos. Esto quiere decir la manera en que cuidamos el cuerpo, la manera en que lo vestimos, los lugares a donde lo llevamos, las obras que hacemos con él. Es peligroso que los cristianos usen sus cuerpos para pecar. ¡Recuerde lo que le ocurrió a Sansón y a David! En estos postreros días vemos un aumento desvergonzado de pecados sexuales. No nos atrevemos a cerrar nuestros ojos al asunto (véase 2 Ti 3.1–7 y nótese que el v. 5 )1También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. 6Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. 7Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. indica que estos pecadores serán cristianos profesantes, ¡y no gente del mundo!). La actitud del mundo es: «Todos lo hacen, así que, ¿por qué ser diferente?» Es triste cuando los cristianos piensan que pueden violar el código moral de Dios y salirse con la suya. Los pecados sexuales son contra Cristo (quien compró nuestros cuerpos), contra el Espíritu (quien habita en nuestros cuerpos) y contra nosotros mismos (v. 18).18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. Los solteros en particular necesitan leer y meditar en Proverbios 5.1 –23 1Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído,2Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia.3Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;4Mas su fin es amargo como el ajenjo, Agudo como espada de dos filos.5Sus pies descienden a la muerte; Sus pasos conducen al Seol.6Sus caminos son inestables; no los conocerás, Si no considerares el camino de vida.7Ahora pues, hijos, oídme, Y no os apartéis de las razones de mi boca.8Aleja de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa;9Para que no des a los extraños tu honor, Y tus años al cruel;10No sea que extraños se sacien de tu fuerza, Y tus trabajos estén en casa del extraño;11Y gimas al final, Cuando se consuma tu carne y tu cuerpo,12Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión;13No oí la voz de los que me instruían, Y a los que me enseñaban no incliné mi oído!14Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación.15Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales de tu propio pozo.16¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por las plazas?17Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo.18Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud,19Como cierva amada y graciosa gacela .Sus caricias te satisfagan en todo tiempo,Y en su amor recréate siempre.20¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?21Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas.22Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su pecado.23El morirá por falta de corrección, Y errará por lo inmenso de su locura Proverbios 6.20–35 Amonestación contra el adulterio20Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, Y no dejes la enseñanza de tu madre;21Atalos siempre en tu corazón, Enlázalos a tu cuello.22Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; Hablarán contigo cuando despiertes.23Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, Y camino de vida las reprensiones que te instruyen,24Para que te guarden de la mala mujer, De la blandura de la lengua de la mujer extraña.25No codicies su hermosura en tu corazón, Ni ella te prenda con sus ojos;26Porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan;Y la mujer caza la preciosa alma del varón.27¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan?28¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?29Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; No quedará impune ninguno que la tocare.30No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre 31Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa.32Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace.33Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada.34Porque los celos son el furor del hombre, Y no perdonará en el día de la venganza.35No aceptará ningún rescate, Ni querrá perdonar, aunque multipliques los dones. Proverbios 7.1–27. 1Hijo mío, guarda mis razones, Y atesora contigo mis mandamientos.2Guarda mis mandamientos y vivirás, Y mi ley como las niñas de tus ojos.3Lígalos a tus dedos; Escríbelos en la tabla de tu corazón.4Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana, Y a la inteligencia llama parienta;5Para que te guarden de la mujer ajena, Y de la extraña que ablanda sus palabras.6Porque mirando yo por la ventana de mi casa ,Por mi celosía,7Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, A un joven falto de entendimiento,8El cual pasaba por la calle, junto a la esquina, E iba camino a la casa de ella,9A la tarde del día, cuando ya oscurecía, En la oscuridad y tinieblas de la noche.10Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro, Con atavío de ramera y astuta de corazón.11Alborotadora y rencillosa, Sus pies no pueden estar en casa;12Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, Acechando por todas las esquinas.13Se asió de él, y le besó. Con semblante descarado le dijo:14Sacrificios de paz había prometido, Hoy he pagado mis votos;15Por tanto, he salido a encontrarte, Buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado.16He adornado mi cama con colchas Recamadas con cordoncillo de Egipto;17He perfumado mi cámara Con mirra, áloes y canela.18Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; Alegrémonos en amores.19Porque el marido no está en casa; Se ha ido a un largo viaje.20La bolsa de dinero llevó en su mano; El día señalado volverá a su casa.21Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con la zalamería de sus labios.22Al punto se marchó tras ella, Como va el buey al degolladero, Y como el necio a las prisiones para ser castigado;23Como el ave que se apresura a la red, Y no sabe que es contra su vida, Hasta que la saeta traspasa su corazón.24Ahora pues, hijos, oídme, Y estad atentos a las razones de mi boca.25No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas.26Porque a muchos ha hecho caer heridos, Y aun los más fuertes han sido muertos por ella.27Camino al Seol es su casa, Que conduce a las cámaras de la muerte.


Lea 2 Timoteo 3.12–4.5 para ver lo que Dios espera de nosotros en estos últimos días.
Estos son capítulos claros y advierten en contra del libertinaje sexual.Los cristianos casados necesitan leer y meditar en 1 Tesalonicenses 4.1–8 1Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. 2Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; 3pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 5no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; 6que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. 7Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. 8Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo. donde Dios advierte a los cristianos contra la ruptura de sus votos nupciales. Esto cierra la primera sección de la carta, que se refiere a los pecados en la iglesia. Tenga presente que todos estos problemas (división, inmoralidad, disputas y contaminación con el mundo) procedían de una fuente común: los creyentes en Corinto era bebitos espirituales y no estaban creciendo en el Señor. Ponían sus ojos en los hombres, no en Cristo; se alimentaban de leche, no del alimento sólido de la Palabra; no estaban dispuestos a admitir el pecado y a resolverlo. La mayoría de los problemas serios de la iglesia empiezan como problemas personales y pecados en las vidas de sus miembros.
Bendiciones...

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